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miércoles, 30 de marzo de 2011


EL CENTRO ARQUEOLÓGICO DE DOCUMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN
CADI DE LA UNAN, MANAGUA.



      CONTEXTUALIZACIÓN

Hasta antes de 1997, la práctica de la arqueología científica nacional estuvo en manos de extranjeros debido a que no existía ningún tipo de formación académica universitaria, a pesar que desde 1923 se establecieron leyes, decretos y normas para la realización de excavaciones arqueológicas y para la prohibición de la compra/venta de objetos arqueológicos.  En los años 60 y 70 esta actividad se desarrolló bajo la responsabilidad y dirección del Instituto Geográfico Nacional.
No fue sino hasta en los primeros años de la década de los 80 con la creación del Ministerio de Cultura y por ende de la Dirección General de Patrimonio Histórico, que se procuró profesionalizar al personal involucrado en la actividad arqueológica desde una perspectiva institucional. Esta profesionalización no fue más allá de la realización de cursos de postgrados o de actualización y capacitación, así como pasantías en proyectos extranjeros dentro de convenios bilaterales con países como Cuba, México, Francia, Suecia, Panamá, etc., estas capacitaciones también se desarrollaron dentro del ámbito nacional.
A principios de la década de los 90s, hasta entonces, Nicaragua contaba únicamente con ocho profesionales de la arqueología en su planilla institucional (INC), cantidad casi nula para las tareas pendientes de hacer con respecto al campo arqueológico.
Nicaragua como el resto de países del mundo necesita, tanto social como científicamente, recuperar, conservar, proteger y difundir su pasado para el fortalecimiento de la identidad cultural que le permita una mejor proyección hacia el futuro. Dentro de ese pasado se localizan algunos sitios y hallazgos de carácter arqueológico, los que mediante prospecciones, excavaciones y de avisos frecuentes de informantes locales, ha venido registrando el Instituto Nicaragüense de Cultura –INC- a través del Departamento de Investigaciones Antropológicas y la Dirección de Patrimonio Cultural.
Dentro del ámbito nacional se cuenta con el conocimiento de una distribución espacial preliminar de una considerable cantidad de sitios arqueológicos en distintas partes del país, mínima en relación al  potencial arqueológico que nuestro país contiene; si nos basamos en la hipótesis que desde tiempo pretérito, nuestro territorio por situarse en el centro del istmo centroamericano, ha sido un paso obligatorio de migraciones humanas en dirección norte – sur, y viceversa.
También es importante resaltar que en el territorio nacional existen muchas zonas y regiones muy ricas arqueológicamente hablando, las que no han sido consideradas para estudios arqueológicos, esto se debió, entre otras cosas, a la falta de apoyo financiero por parte del Estado, a la falta de interés por la gestión que desde la institución rectora de los bienes culturales se tiene, ya que el tratamiento de nuestro patrimonio en general, se encontraba sujeto a la inestabilidad política, característica particular que se vivió durante más de 16 años,  o bien por la falta de interés de quienes elevan las propuestas de estudio ante las autoridades competentes y además, la ausencia de una política y planificación institucional para el tratamiento de los sitios arqueológicos.
                                                                                                     
ANTECEDENTES
Con esta herencia en cuanto a la situación del patrimonio arqueológico, el CADI se dio a la tarea de reflexionar al respecto concluyendo que:
·         La falta de capital humano para enfrentar esta tarea ha traído como consecuencia la pérdida irreparable de muchos datos arqueológicos.
·         La situación de un expolio agresivo de los sitios y con ello, incremento del tráfico de los bienes arqueológicos.

Se considera que con la aprobación de las reformas a la Ley de Protección al Patrimonio Cultural de la Nación, la responsabilidad tendrá que ser compartida, (responsabilidad que ya se viene asumiendo por este centro CADI de la UNAN-Managua en coordinación con el INC).

Los objetivos generales planteados con el surgimiento de la arqueología como carrera  y con ella el Centro Arqueológico, no sólo fueron enfocados a la función formativa y educativa, sino que también con el compromiso social que caracteriza a esta universidad en relación a las necesidades y las carencias existentes en nuestra sociedad, sobretodo, al vacío presente durante los gobiernos liberales en cuanto a medidas para regularizar y proteger todo lo concerniente al patrimonio arqueológico nacional.

Se pretendía además, propiciar desde instancias académicas y gubernamentales el desarrollo de la arqueología nacional; vincular y adaptar a la universidad a las exigencias sociales de profesionales capacitados en el campo de la arqueología, única ciencia capaz de permitir la recuperación del pasado nicaragüense y establecer una sistemática de recuperación y conocimiento del registro arqueológico del país (Romero, 1996: 4).

SURGIMIENTO DEL CENTRO CADI


En 1998 se logra mediante el financiamiento obtenido de los Fondos de Contravalor de la Embajada de Italia, la construcción del edificio donde funciona el centro; con la colaboración de la UAB y la UNAN- Managua. El centro fue inaugurado el 18 de junio de ese mismo año. En la actualidad, su funcionamiento está soportado en el presupuesto universitario como parte del Departamento de Historia.
Su creación significó el soporte material para cubrir las necesidades propias de la docencia y la formación profesional de los nuevos arqueólogos (laboratorio, sala informática, centro de documentación); pero también, significó el promover iniciativas propias de la investigación científica. Iniciativas que se venían desarrollando desde 1997, con una trayectoria de investigación realizada en los proyectos siguientes: “Excavaciones arqueológicas en el sitio El Apante” (1997 y 1998); “Prospección y Evaluación del Patrimonio Arqueológico de la UCA-Miraflor”, en Estelí (1998) y Cambios de la línea de  costa y poblamiento litoral en la Costa Caribe de Nicaragua” (1998).




EL QUEHACER DEL CADI
La investigación arqueológica desarrolla un amplio espectro de acciones, y es en base a ese espectro y a las demandas nacionales prioritarias, que este centro ha definido cinco ejes de acción  para el desarrollo de la investigación científica que permita pequeños avances en torno al manejo de los bienes arqueológicos patrimoniales:

1.      Gestión del patrimonio.
2.       Museología y Museografía.
3.      Conservación Preventiva de Bienes Culturales.
4.       Investigación arqueológica.
5.       Inventario nacional de sitios.

1.      La Gestión del Patrimonio.

La definición para la Gestión de Patrimonio Arqueológico (P.A), se determina como el conjunto de actuaciones destinadas a hacer efectivo su conocimiento, su conservación y su difusión, que incluye ordenar y facilitar las inversiones que en él se realicen. (Martínez y Querol, 1996: 25).
Se enmarca dentro de lo que se conoce como investigación aplicada, ya que el objetivo principal de la gestión es favorecer la investigación, la conservación, difusión e impacto.
En este sentido se incluye a la Difusión, la que se determina como una gestión cultural mediadora entre el patrimonio y la sociedad.
Gestionar implica un proceso completo que abarca documentar, valorar, interpretar, manipular, producir y divulgar no ya en el objeto en sí, si no un modelo comprensible y asimilable de dicho objeto en su reclusión con su pasado histórico y su medio presente.(Querol y Martínez, 1996:6).

 En este sentido, desde inicios de la presente década se han desarrollado a través de tutorías los trabajos monográficos en este campo a  fin de aportar soluciones a nivel nacional como local,  a continuación se mencionan algunos de los trabajos y acciones desarrolladas entre otras:

·         Aplicación de una metodología de investigación rentable para la gestión del patrimonio arqueológico. 2002.
·         Gestión del patrimonio arqueológico en el municipio de Villa el Carmen. Sitio Cueva Cantagallo, Rio Lodoso y el Apante. 2007.
·         Acompañamiento en la Gestión del Museo Precolombino de Chagüitillo (cartilla para niños). 2008. (anexos).
·         Propuesta de musealización de la Reserva Silvestre Quelantaro en el municipio de Villa El Carmen.  (2009).


2- Museología y museografía

Según el ICOM, “la museología se ocupa del estudio de la historia de los museos, de su papel en la sociedad, de sus sistemas específicos de investigación, documentación, selección, educación y organización, así como las relaciones de la institución con el contexto social”. (Linares, 1994:18). Por tanto, no se trata de la ciencia del museo, no es la ciencia del estudio del edificio o inmueble del museo, sino que se trata de la ciencia del estudio del museo como un fenómeno social, surgido del interés de las personas y la sociedad que los crea por estudiar, admirar y comprender su pasado y su medio.



En nuestro caso  se han desarrollado algunos trabajos relacionados a la creación de museos, al mejoramiento y/o  reordenamientos de guiones museográficos en algunos museos del país que así lo amerite, tal es el caso por ejemplo, de la creación del museo comunitario del archipiélago de Solentiname, el reordenamiento del guión museológico y museográfico de la sala arqueológica del museo de Chagüitillo, Sébaco, el reordenamiento del guión museográfico y museológico del museo Tenderí, Nindirí, la propuesta metodológica y actualización del Museo Sitio Huellas de Acahualinca, la propuesta de musealización de la Reserva Silvestre Quelantaro en el municipio de Villa El Carmen.  



3- Conservación Preventiva de Bienes Culturales

La connotación del concepto de conservación a la que nos referimos es la relacionada con los bienes patrimoniales muebles,  caso concreto, a la conservación de objetos arqueológicos procedente de excavaciones arqueológicas y del tratamiento preventivo de esos objetos para su posterior exhibición y/o musealización.
Esta línea de estudio se basa en el concepto de Conservación sugerido por González, 1998:74, como la acción de conservar, mantener, y transmitir el “soporte material” de un objeto.
También se ocupa tanto de la conservación de los objetos como de la conservación de los contextos (Guevara, 2001:95). Significa entonces, que la conservación arqueológica de los materiales, se inicia desde la planificación de las medidas a adoptarse durante la excavación, hasta el tratamiento posterior a su extracción.
Dentro de esta línea, se ubican los trabajos relacionados con algunas colecciones y con el conjunto material recuperados en contextos arqueológicos. (Anexos).
4- Investigación Arqueológica

Esta línea está basada en el cuerpo teórico que nos proporciona la ciencia arqueológica con una perspectiva social, en el entendido de que los resultados obtenidos deben contribuir al desarrollo social y económico de la sociedad actual.
Los estudios arqueológicos propiamente dicho, forman parte del Proyecto de Investigaciones Arqueológicas que se desarrolla desde el año 1999.
Desde la perspectiva histórica-arqueológica, los diversos estudios aportan datos para la reinterpretación de la historia antigua en el ámbito nacional. 


Una de las metas principales propuesta con estos estudios es la formación académica de los estudiantes mediante la instrucción y el desarrollo de habilidades en métodos y técnicas de la investigación arqueológica (excavación, prospección, sistema de registro y documentación, manejo de equipos e instrumentos). No obstante de este propósito, también se cumple con otros de carácter científico, tal como la búsqueda de conocimientos a través de las intervenciones arqueológicas y la recuperación de nuevos datos que permitan el establecimiento de asociaciones y/o relaciones culturales de grupos que ocuparon el territorio nacional en épocas pretéritas.

Los resultados obtenidos permiten la reconstrucción histórica de la dinámica social; así también, sirven para la elaboración de discursos museográficos de posibles y con ello se van llenando los vacíos sobre nuestra historia antigua.  



Dentro de esta línea se ubica el Proyecto de Historia Regional y Local. Apoyo al sector educativo el cual se viene desarrollando desde el año 2003 por el Departamento de Historia y corresponde a este centro, la interpretación de la historia antigua sobre la base de los datos arqueológicos que se van obteniendo recientemente a través de los distintos proyectos.
Se pueden mencionar entre otros estudios, los dirigidos al actual municipio de Managua, iniciados desde el año 2001 y la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS), iniciadas desde 1999 (anexos) y la incursión en el campo de la Arqueología Histórica en la Comunidad Indígena de Sutiaba, León (Antiguo Cabildo colonial). 


5- Inventario Nacional de Sitios
Una vez elaborados los inventarios de sitios arqueológicos, y junto a su debida mapificación, se transforman en documentos internos de administración pública para planificar la gestión, administración y tutela del patrimonio arqueológico; además, éstos se transforman en un instrumento de primer orden en la gestión, investigación y difusión del patrimonio arqueológico.
Para la UNESCO, el patrimonio cultural de un país comprende los bienes encontrados en su territorio o creados por sus habitantes, nativos o extranjeros, así como los bienes adquiridos con el consentimiento de las autoridades del país de origen, ya se trate del fruto de misiones científicas, de resultados de intercambios o comprados legalmente (UNESCO, 1970).
Dentro del fenómeno del turismo corresponde a Nicaragua jugar el papel de país que brinda servicios a esa industria, sobretodo cuando se habla de turismo cultural, esto significa que los bienes patrimoniales se podrían transformar en “recursos” para esa industria, de ser así, permitiría la autogestión del patrimonio.
En el caso del patrimonio arqueológico, el que mayormente se encuentra conformando parte del paisaje natural, se requiere del conocimiento de ese patrimonio y del amparo legal que permita esa transformación del bien arqueológico en recurso turístico, y en ese sentido, el inventario de sitios y la mapificación como resultado del mismo, son los primeros pasos a efectuarse.

Tanto el inventario como el mapa de sitios alcanzarán las siguientes metas:
·         Una evaluación de la riqueza arqueológica del país, estableciendo las características y el estado de conservación de cada sitio.
·         Una documentación y registro, que incluya aspectos sobre la situación jurídica (propiedad) e histórica como objeto de investigación arqueológica.

A  pesar de que Nicaragua cuenta con grandes recursos arqueológicos, no cuenta con  un inventario exhaustivo de los bienes que lo integran. Hecho sobre el cual recae la situación de amenaza y agresión que están sufriendo dichos bienes, ya que no puede salvaguardarse lo que se desconoce.
En la actualidad, uno de los problemas más graves que enfrenta el patrimonio cultural es la destrucción provocada especialmente por la acción humana.  Por lo que una de las labores urgentes a realizar dentro del ámbito nacional, es el inventario de sitios a fin de documentar aquellos de los que tiene conocimiento, así como también, descubrir nuevos, ya que de otra manera, podrían desaparecer sin tan siquiera haber sido conocidos.
El resultado  de este inventario brinda los insumos necesarios para  la definición y ejecución de Planes Estratégicos municipales, departamentales, orientados a proteger este patrimonio para su inserción dentro de las políticas de desarrollo cultural y turístico; contemplando la definición de formas idóneas para el rescate, protección  y promoción de estos sitios.
Desde el año 2006 el CADI, viene desarrollando este inventario de sitios, iniciándose con el Valle de Sébaco en los municipios de Ciudad Darío y  Sébaco ampliándose en ocho municipios mas del Departamento de Matagalpa y dos de Jinotega; en el territorio de Sutiaba, León , en el municipio de Ticuantepe, Managua y próximamente en el municipio de San Rafael del Sur.
 Actualmente, se encuentra en proceso de estudio el resto de municipios del Departamento de Matagalpa y en los municipios de Jinotega y Pantasma del Departamento de Jinotega.

NO al cierre de centro arqueológico.


PRONUNCIAMIENTO
El Centro Arqueológico de Documentación e Investigación CADI del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas de la UNAN, Managua, fue creado en 1998 con el financiamiento de los Fondos de Contravalor de la Embajada de Italia para la construcción del edificio actual, con el apoyo de la Embajada de Japón en la donación de equipos técnicos para el desarrollo de la investigación y con la colaboración directa de la Universidad Autónoma de Barcelona UAB, España.
 Su propósito inmediato era el de elevar la preparación académica de los estudiantes de arqueología, y desarrollar el quehacer investigativo de esta área del conocimiento a mediano y largo plazo.
Apoyamos cualquier iniciativa en pro del desarrollo científico técnico dentro de nuestra facultad pero ante las amenazas de cierre o desaparición del Centro Arqueológico (CADI) de la UNAN, Managua, los abajo firmantes, arqueólogos de profesión y estudiantes en formación, elevamos la siguiente protesta ya que no han sido tomado en cuenta los siguientes elementos:
1.       Que la génesis del CADI fue un logro obtenido de las gestiones realizadas por los estudiantes de la primera promoción de arqueólogos, acompañados por el Departamento de Historia de la Facultad de Educación y Humanidades de la UNAN, Managua.
2.       Que el centro fue creado gracias al apoyo financiero de países como Italia, y a la donación de equipos procedentes de países como Japón y España con un fin específico y atendiendo una necesidad concreta.
3.       Que no existe un proceso de evaluación y/o diagnóstico que argumente objetivamente los motivos del cierre o desaparición del centro.
4.       Que no se ha dado a conocer al personal técnico del centro sobre estos movimientos, así como tampoco ha sido tomada en cuenta la valoración u opinión de arqueólogos y expertos en la materia para este fin.
Por tanto, exigimos:
·         Respeto al origen y razón de ser de este centro para lo que fue creado.

·         Que en la toma de cualquier decisión que involucre directamente a este centro, sean tomadas en cuenta las opiniones y sugerencias del personal que lo conforma, así como de profesionales, especialistas y estudiantes en el ramo pues la universidad somos todos.

·         La independencia del CADI del Departamento de Historia para iniciar un proceso de autogestión para su propio autofinanciamiento.
·         Alto al cierre, transformación o cualquier otra cosa que altere la razón de ser del centro.

Damos pues nuestro total respaldo a las acciones emprendidas desde este centro de investigación para alcanzar la independencia y la autogestión del mismo.
Managua 28 de Marzo de 2011.


Centro arqueológico documentación e investigación CADI, Recinto Universitario Rubén Darío, UNAN – Managua. Costado sur pabellón 32 (conocido como pabellón de la prepa)